06 enero 2006

Seguridad ciudadana.

En un pueblo de cuyo nombre no quiero acordarme, pero pueden ustedes hacerse sus cábalas, de aproximadamente 70 kilómetros cuadrados de superficie (en la Marina Alta solo hay tres poblaciones con esas características), la seguridad ciudadana, no es que deje que desear, es que brilla por su ausencia.
Hasta hace bien poco, y si las cosas no han cambiado el reten para la población y su zona de influencia que tiene guardia por las noches, era de dos agentes de patrulla con un vehiculo, y un agente en el puesto de radio y teléfono, si... si, como leen tres agentes para toda una población y su termino municipal.
Para ejemplo los siguientes:
Se solicitó una urgencia policial en la zona costera, pero no pudieron atender esa llamada, porque los policías estaban realizando otro servicio.
Hubo un accidente de tráfico en una de sus partidas, en esta ocasión nuevamente no pudieron acudir, ya que había acontecido, otro accidente en otra de sus partidas y ya no disponían de más efectivos.
En el núcleo urbano, suena una alarma de cualquier comercio, y a su vez en la zona costera suena la alarma de un banco, en el mismo momento en el polígono industrial saltan los avisos acústicos y luminosos de una de las centrales de alarma ¿cuántas alarmas pueden atender a la vez?.
Menos mal que se pueden quitar las culpas diciendo que esto es competencia de la guardia civil, y que estas alarmas están conectadas a su vez a oficinas que en caso de saltar, se avisa, ¡a la policía!.
Pero no crean que esto sucede solo en las guardias nocturnas, en las diurnas muchas veces se ven a los niños de los distintos colegios cruzar sus carreteras, solos y sin la ayuda de nadie. No hace falta que les recuerde la edad de estos niños.
Esta lista de curiosidades podría ser extensa pero parare aquí, por respeto hacia ese cuerpo policial, que no tiene culpa de esta situación.
Señores políticos de la Marina, déjense ya de tantos ágapes de postín, y dedíquense de verdad a la política y, esto dicho por un ciudadano cualquiera, debiera de hacerles sentir vergüenza, pero no, la vergüenza no la conocen ustedes.
Pónganse manos a la obra, y deje de leer este articulo, que ya están perdiendo el tiempo.

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